DARÍA YO...
¿Qué no daría yo
por alargar mi mano
y tocar la tuya?
Daría yo
todas las viles sombras
de esta espera eterna.
Daría yo
todas las horas
hasta alcanzar
tu soledad
y fundirla con la mía.
Daría yo
todo lo que me resta
de vida.
INGRID ZETTERBERG
De mi poemario
"El árbol invencible"
Dedicado a mi
amado Señor Jesucristo
Derechos reservados