martes, 22 de febrero de 2022

Luz interior

 


LUZ INTERIOR

Buscar tus frescas aguas
entre mis secos caminos,
y morir de esta sed
que yo muero
al pie del arroyo dormido.

¡Vivir para no vivir
qué inútil existencia!

No me cierres esa puerta,
déjala entreabierta,
por allí asomó
tu luz
hasta tocar mi sombra vieja.

Buscar tu fuego
y sólo hallar cenizas
por estos fríos caminos
manchados
todos de gris.

¡Vivir para no vivir
qué inútil existencia!

Tu música le basta
a mi cansado espíritu
¡Cuántas veces te he hallado!
¡Cuántas veces te he perdido!

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

El camino

 



EL CAMINO

Voy caminando
hacia ti
con mi gran asombro
por la vida,
y el alma llena
de otoño.

Como un camino bueno,
claro y sencillo
te vas extendiendo
ante mí.

Como puerta
hospitalaria
te vas abriendo
para recibir mis pasos.

Y sé de pronto
que somos uno,
y sólo Tú
me estás pensando,
sólo Tú
me estás viviendo.

Y sé que eres
mi Dueño,
y desde la otra orilla
me derribas las sombras.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

El árbol invencible

 


EL ÁRBOL INVENCIBLE

Mi Dios,
Tú te has sembrado en mí,
con la fuerza
de un árbol invencible;
y haces doblegar
mi cabeza.

Mi Dios,
yo quiero ser tuya
más allá del castigo.
Yo quiero ser tuya
hasta la luz
inminente.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Padre celestial

Mañana de amor

 


MAÑANA DE AMOR

Puedo sentirlo.
Es la leve canción
de las hojas,
es el murmullo
de los campos,
es su amor
que va conmigo
a solas.

Dios me ama
esta mañana,
y mece mi alma
en la tibieza de Abril.

Y yo lo amo
en el agua,
que va deslizándose
tierna y mansa
entre dos caminos,
arrastrando consigo
el misterio
de la eternidad.

Dios me ama, si,
y va regalándome
en la tibia mañana
estas dulces felicidades.

INGRID ZETTERBERG

Dolor y fe

 


DOLOR Y FE

Tengo mi esperanza
llena de ti Señor
y Tú te conmueves
hasta mis heridas;

pero, ¿dónde estás hoy?
Tú sabes que te busco.

En esta tarde
rosada de éxtasis,
en esta hora que llega,
mezcla de fe
y desesperación,

Tú sabes que sufro.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

Confesión

 


CONFESIÓN

Te llevo muy dentro
en el torrente
de mi sangre,
en lo más íntimo
de mi alma,
y estás como un placer
deleitándome siempre.

Yo era una flor
despojada
de sus pétalos,
arrojada en el suelo,
y Tú me recogiste
para apretarme
a tus latidos.

me has devuelto
la vida.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

miércoles, 16 de febrero de 2022

Las manos de mi Jesús

 


LAS MANOS DE MI JESÚS

Inocentes manitos
que nacieron crispadas
en humilde refugio.

Manos amadas
que bajaron
del alto cielo
para amar
y bendecir.

Que crearon mil colores,
universo de bellezas sin fin.

Y fueron destinados
como alas de paloma
a consolar el sufrir.

Tiernas manos
que nacieron
para sanar heridas
con aceite de unción.

Que conocieron
el madero y el dolor.

Manos sublimes
que fueron clavadas
por hombres sin compasión.

INGRID ZETTERBERG

Para que no sea eterna mi tristeza

 


PARA QUE NO SEA ETERNA MI TRISTEZA


Oh Dios, que estás tan lejos
y a la vez tan cerca...
tráeme la muerte,
mi aguijón dormido,
tráela pronto
y acércala a mi tristeza
para que no sea eterna.

El descanso se asemeja
a tus manos santas
lavadas en estanques
de aguas claras.

El descanso de la muerte,
es el olvido de las sombras;
es la luz de tus promesas.
Oh Dios, acércala a mi vera.

Tú que me amas tanto
en esta tarde,
acércame el silencio,
la quietud de las aguas
que mitiguen mi tristeza,
para que no sea eterna.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

viernes, 11 de febrero de 2022

Allá...

 



ALLÁ...

Señor,
vuelve tus ojos
a mí.

Allá,
sólo un poco
más allá
está el bosque
de cristal,

y en sus aguas
compasivas
quiero mecer
mi descanso;

y recoger
en el vacío
una música
olvidada,

para ofrecerte
en la armonía
mi danza
silenciosa.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

   

Tus ojos

 


TUS OJOS

¡Tienen tus ojos
tan bella inocencia!

Mas todo lo insondable
e inmenso de la vida
encuentro en tu mirar.

Resplandor y oscuridad
son tus ojos para mí,

pues tu mirada lleva
claridades y brumas
entrelazadas.

En ella descubro la vida,
en ella se esconde la muerte.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

Libertad

 


LIBERTAD

Nada me limita
en esta libertad,
pueden las sombras 
hacerse transparentes
para que yo
te alcance.

Nada me detiene
en esta libertad,
puedo derrumbar
el tiempo
como a una pared de barro
hasta llegar a ti.

Puedo bucear
en las infinitas
aguas negras
de lo que aún no conozco,
sin otra luz que mi verso
hasta encontrarte.

Puedo extenderme
como un eco
en el viento
hasta tocar tu presencia,
sin otra fuerza
que mi blanca poesía.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

miércoles, 9 de febrero de 2022

Revelación

 


REVELACIÓN


Cerca,
muy cerca,
sonriente y claro;
como la brisa
que besa mi frente
al pasar,
así te siento hoy;
¡tan suave!
con un sentir
nuevo en mi alma.

Así estás en mí
Señor.

Vienes
como un pájaro azul
a mi jardín
entristecido,
a posarte mansamente
sobre la orilla
de mi alma;

y me dices
sin hablarme,
que la vida
empezará mañana
cuando acabe.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

Rendición

 


RENDICIÓN

Nada espero
ya Señor
de la quietud
de los caminos,
todo en ellos
se pierde
y nada 
ha de volver.

Cae lenta
la tarde en mí,
y pesa mucho
tu silencio
y duele mucho más
vivir.

Te entrego
mi alma rota
vacía ya de versos,
te entrego
mi cansancio
de siempre atardecer,

pues sólo ya
me queda
la esperanza
de dormir
cobijada 
en tus heridas.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

viernes, 4 de febrero de 2022

Verdad desnuda

 


VERDAD DESNUDA


Dios existe,
no tiene rostro
ni tiempo,
pero lo llevo dentro.

Y en esta lluvia
de verano
asoma su piedad,
¡irresistible!

Dios existe,
jubiloso y triunfante
va conmigo,

pero a veces
desde mi fondo
y mi silencio
lo siento triste.


INGRID ZETTERBERG



Lejos

 


LEJOS

Dentro de esta piel
yo me cobijo,
y creo hallarme
en lo propio,
creo pertenecerme acaso.

Y no sé
que no me tengo,
que no es mío
este refugio.

Lejos, muy lejos
hacia donde
no se puede concebir,
escaparé.

Y dejaré
esta celda
para abrazarte
en secreto.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

Soy cobarde

 


SOY COBARDE

La he encontrado
por un momento
que escapará luego.

La he sentido
en el brillo
de esta mañana
que recién despierta.

¡Qué regalo este
que es la vida!
Cuando la pierda
estaré triste.

Alguien ronda
en mi jardín.
Quizás seas tú,
el centinela de mi alma.

Y no me atrevo
a abrirte la puerta,
soy cobarde
para tanto amor.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

Pájaro de sueño

 


PÁJARO DE SUEÑO

El día se va
como un río silencioso
entre árboles oscuros.

Y tú
que habitabas en mí,
huyes
como un pájaro celeste
hacia las regiones
del tiempo inaccesible.

Ya no rozas
mi sendero
con tu vuelo,
ya te has ido
pájaro de sueño.

Navega
la tarde en mí
como ancho velero,
y desconocida
ancla para siempre
en mis palabras.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

Tu amor existe

 


TU AMOR EXISTE

Y de pronto
descubrí
que tu amor
existía.

Como
el amanecer
era pleno
de esperanzas.

Claro
como el mediodía,
y elevado
como un arco de luz
en la batalla.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

La música de tus palabras

 


LA MÚSICA DE TUS PALABRAS

Amado,
¿En dónde estarás hoy
trazando líneas
con tu dedo?

¿En qué tierras,
perdido ya
de mi amable soledad?

La vida
se estanca
como un charco
olvidado,
y tú no vienes
a mi cansancio.

¿Qué puedo hacer
en esta mañana
sonora,
sino me llama más
la música
de tus palabras?

Enamorado
de mi alma,
¡cuánto te he buscado!

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

Distante y olvidado

 


DISTANTE Y OLVIDADO


Desde mi soledad
caminas hasta mí
como un claro día.

Y emerges
de mi orfandad eterna
para besar mi sueños.

Distante y olvidado
como un amanecer
de infancia,

como el trino
de un ave,
regresas a mi alma.

Y no sé de donde vienen
ni como suenan
tus pasos.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

Seré tuya

 


SERÉ TUYA

Lavaré mis manos
en el chorro
de tu piedad,
y seré tuya.

Por instinto
o mendicidad
me cercaré
de tu amor;

y aún
en la noche
de mi vida
te llamaré.

Y seré tuya
desde mi médula
a tu silencio,
una y otra vez.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Padre celestial

Eres canción

 


ERES CANCIÓN

Eres canción
en los labios
de un niño,

y el sueño
nunca albergado.

Eres la voz
del agua.

Y el camino
que espera
ser hallado.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús