EL ÁRBOL INVENCIBLE
Mi Dios,
Tú te has sembrado en mí,
con la fuerza
de un árbol invencible;
y haces doblegar
mi cabeza.
Mi Dios,
yo quiero ser tuya
más allá del castigo.
Yo quiero ser tuya
hasta la luz
inminente.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Padre celestial
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