EL TRIUNFO DE MI FE
Reyes y príncipes
de la oscuridad
luchan contra ti
por mi alma.
Y Tú
seguro de vencerlos
me has dicho:
"Espera"...
Ante mi fe
errante y desvalida
sólo callas,
y comprendo tu silencio
en la quietud
de los maizales.
Tu serena tristeza
y tu osadía magnánima
derribaron los muros
de esta tarde fría,
y llegaste a mí
en un pequeño petirrojo
a sorprenderme con tu amor
en su danza primorosa,
para decirme
que tus promesas
viviré,
y tendrán para mi alma
un mejor color,
un nuevo parecer;
mucho más excelso
todavía,
con tu calidez.
Mi corazón reposa
en el tuyo
colmado de fe.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo
De mi poemario
"El árbol invencible"
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