sábado, 4 de noviembre de 2023

Mi voz

 


MI VOZ

Jesús, Jesús,
sentado bajo aquella enramada
tu dolor me alcanza.

Y mi voz cansada y sin fe,
voz amarga,
¿para qué quieres
escucharla?

Tú me has dicho: 
"Hazme oir tu voz 
paloma mía."

Mi voz gastada
en lágrimas,
mi voz rota
quiere buscarte;
allá,
donde tú Jesús,
permaneces silenciado,
con la tristeza del mundo
en tu perfil santo.

¡Quién pudiera descubrir
tu descanso,
a la sombra
de aquel árbol lejano!

Con hondo latido
de antaño,
yo quiero correr
a tus campos.

Y conocer
tus paisajes cerrados,
ocultos a mi alma.

Ven, y mírame,
porque yo te adoro
en esa tu faz
sagrada,
de larga tristeza
como el estío.

Yo añoro tus miradas,
como tú deseas mi voz
para tus entrañas.

INGRID ZETTERBERG

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