lunes, 31 de enero de 2022

Al borde de un río claro

 


AL BORDE DE UN RÍO CLARO


He anhelado
tus campos azules,
tus frondosos valles.

Deseé tus ventanas
abiertas y serenas,
como tus brazos
abiertos en la cruz.

Mis pasos
te siguieron,
y tu muerte
me dio vida.

Desde entonces,
me envolvió tu ausencia,
y mis versos te buscaron.

No hallaba paz,
hasta que tú
me encontraste
al borde de un río claro.

Me llamó tu voz,
y tus manos
se extendieron hacia mí
para coronarme de alegrías.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

Enmudeces

 


ENMUDECES


¿Porqué se ausenta de mí
tu onda cálida?
¿Porqué escondes de mí
tu eternidad?

Ya no tienen destino
mis palabras,
ni yo misma sé
para quién soy.

Enmudeces dentro de mí
como un paisaje
y ya sólo me quedan
los silencios para andar.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

Tu playa



 TU PLAYA


Desataré la cuerda
que une
a este puerto
mi barca,

y viajaré
mansamente
hacia esa costa
solitaria
donde tú
me aguardas.

Señala mi camino
sobre la tierra
y el agua,
que yo lo seguiré
delirante
hasta llegar
a tu playa.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

Espada de luz

 


ESPADA DE LUZ


¿Serás un destello
captado por mis ojos?

No lo sé,
pero a veces
surges
de la oscuridad
como una espada
de luz
que hiere.

Invencible
como el agua
entre la hierba
que brota
suavemente,
y me lavas
de oscuras noches.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi 
amado Jesús

¿Cómo no agradecerte?




 ¿CÓMO NO AGRADECERTE?


has frecuentado
mi espíritu
cada tarde,

y me has traído
en tus manos
el amanecer,
y una perla
de rocío
en medianoche.

¿Cómo no agradecerte
que hayas llenado
mi soledad con tu luz,
y me hayas otorgado
este encuentro
con la vida?

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi
amado Padre celestial

La luz y la sombra




LA LUZ Y LA SOMBRA


Contigo se extienden
mis sueños,
hasta tocar la esperanza.

Y me regalas la mañana
que en un azote
de hojas,
va gimiendo.

Y la luz y la sombra
están aquí,
ofreciéndose en llaga viva
a mi alma.

Y la simplicidad
del agua,
y el azul, el verde
y el rojo
danzan ante mí,

serenamente;
como en visiones
de ensueño,
con toda la serenidad
de la vida.

Estás tocando mi infortunio
con tus manos,
y lavas en tu herida
mis heridas.

Contigo existo.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo 

No puedo más

 


(Creación maravillosa de Dios,
aquí se ven el Pacífico y el
Atlántico que se juntan pero
sin mezclarse)

NO PUEDO MÁS

Adoro a Dios,
en el mar está su canto,
me enamora.

En las aguas rumorosas
está su tristeza
por la humanidad.

Oh Padre, Creador
¿qué tiene el mar
que así me llama?

¿Qué tienen sus ondas
que viajan con ternura
hacia mi alma?

Sólo sé
que tienen tu Espíritu eterno,
tu largo padecer.

Y que no puedo más
en esta hora
que estoy amándote.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Padre celestial

domingo, 30 de enero de 2022

Gracias Cristo

 


GRACIAS CRISTO


Abrígame Jesús
en tus deseos,
que en mí se haga
tu tierna voluntad.

Estoy aferrada
al destino dulce
que formaste para mí
con tus manos.
A tus anhelos,
a través de aquel visitante
que me cubre con su brazo
y derrama pálidos lirios
en mi regazo.

Gracias Cristo
por tus misterios,
por aquella ovalada perla
de gran precio
que has colocado silencioso
sobre mi pecho.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

Su serena piedad

 


SU SERENA PIEDAD


El Rey me llamó
celoso de mis versos,

pues él ansiaba la adoración
de mi alma.

Y yo acudí gozosa
y de su belleza prendada.

¡Ah, cómo lo siento
en aquel canto!

Pues ya me envuelve
su Espíritu elevado.

Sus ojos turquesa
me seducen...

¡Ah su piedad serena
mi corazón de paz ha colmado!

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesús

El ángel de la muerte

 


EL ÁNGEL DE LA MUERTE


Amado mío,
recíbenos en tu regazo
si tenemos que partir adoloridos.

El reloj va marcando las horas
en su trágico tic - tac.
Su monótono sonido
me recuerda
los pasos asesinos
del ángel de la muerte.

Es una sombra inquieta
que apaga los latidos,
ya está a la puerta.

Envolverá a tus hijos
en sábanas negras,
a tus elegidos
que con caricias formaste.

Aturdidos
cual pájaros sangrantes
volarán hacia tus brazos.

Amado mío,
si habrás de llamarnos
en este tiempo sombrío,
no olvides guardarnos
un lugar
en tu universo bendito.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

jueves, 27 de enero de 2022

Esperanza oculta

 


ESPERANZA OCULTA


Padre mío,
mi ser profundo
te adora.
Quiero callar
mis versos
un momento,
para decirte
mis secretos.

Quiero guardar
mi poesía
para clamar
que tu luz
es infinita,

y alumbra
mis poemas
que no cesan,
que vienen
de lo hondo
de tus aguas,

y me anegan
de una esperanza
oculta,
que vive
en mi corazón,
más íntima,
más pura.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Padre celestial


La pregunta

 


LA PREGUNTA


Sucederá una tarde:
Te traerá el silencio
hacia mi ventana.

Jugarás
sobre mi pecho
cual un débil rayo
de luz
que emana
del otoño.

Y te preguntaré:
¿Porqué escogiste
mi alma?

Entonces,
en una dulce
confianza,
me cobijaré
bajo tus alas,
y sin esperar
respuesta,

me iré contigo
sin mirar atrás.
Y cruzaremos
la orilla
del atardecer,
hasta alcanzar
tu mansión santa.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado Jesús

Tú eres

 


TÚ ERES


Tú eres
transparente velo
que cubre la verdad
del horizonte.

Canción de cuna,
silencio alado.
Una leve sonrisa
tras la lluvia,

y una fuga de luz
en medio
de la dura noche.
Eso eres tú.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado Jesús

Plegaria




 PLEGARIA


Mi Dios,
guarda un sitio
para mí
en tu universo feliz.

Que yo regresaré
de todas las batallas
donde siempre vencí.

Tú me esperarás
silencioso,
cuando los relojes
del mundo
se detengan para mí.

Entonces
todas las puertas
se habrán 
cerrado,

y habrán acabado
todas las tardes
de un pálido mes
de Abril.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Padre celestial

Coronado de espinas

 


CORONADO DE ESPINAS

Voces del pasado
cual lamentos
embargan mi espíritu.

Impotente dolor
de los que te amaron,
mi Cristo.

Ellos iban siguiendo
tus sangrantes pasos
en el largo sendero.

La vía dolorosa
do caíste de rodillas, amado;
con tu corona de espinas.

¿Quién las entretejió?...Dime,
¿Quién el cruel soldado
que las arrancó de arbusto extraño?

Mas ¡cuánto amor en tu mirada!
¡Cuánta paz en tu semblante!
a pesar del sufrimiento amargo.

Oh Jesús eterno y amado,
hay por el mundo reyes vanos
ceñidos de coronas de oro.

Mas sin embargo,
ninguno tiene tu majestad
ni tu faz de Rey soberano.

Y hacia el Gólgota
vas caminando
con hirientes espinas coronado.

Mi Dios, mi Dueño,
el que siempre me ha consolado,
soy tuya más allá de la muerte.

Nada podrá separarnos.
Siento tus espinas trenzadas,
y en la profundidad de mi alma, clavadas.

Desde el hondo pasado
regresan los ayes
de los primeros cristianos.

Aquellos
que lloraron sangre
hasta verte resucitado.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado Jesús

lunes, 17 de enero de 2022

¡Si tan sólo!

 


¡SI TAN SÓLO!


El silencio de Dios
me ahoga,
resuenan tambores
en ese rotundo ¡ NO !

Mi alma se agita
por esos pasos
que anhelo
en la larga noche.

Sus hondas pisadas
son como truenos
que alumbraron heridos
el camino de mi desolación.

¡Ah! si tan sólo
viniera a acunarme
con su voz
en esta madrugada...

Como en aquel amanecer
lejano en el tiempo
en que Dios y yo
fuimos un solo Ser.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Padre celestial

Dudas disipadas


 
DUDAS DISIPADAS


Amado,
dudar de ti
yo no podría,
tú me has dado de beber
de tus manos
esa agua mansa
que viene de tu paz,
de tus claridades eternas.

Mas yo sé
que hay quienes dudan
de tu obra excelsa
y tus flores de escarcha
en el camino han hollado,
haciendo punzar
tus abiertas heridas.

Oh, Santo,
conocí seres que vagaban
confusos en la senda,
su pan cada noche era el llanto,
y descendieron a las sombras
envueltos en la duda;
atados al quebranto.
Se refugiaron en las drogas,
y el alcohol fue el elixir
que aturdía sus pobres almas.

Pero un día escucharon tu llamado
amoroso, más que el de una madre;
y sus dudas se disiparon...
Cual cortinas de oscuridad
ante tu magnánima luz, se rasgaron.

Y hoy caminan seguros
en el estrecho sendero
que con tu sangre redentora
les has señalado.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

sábado, 15 de enero de 2022

Mi oración

 


MI ORACIÓN


Jesús sagrado,
amor que navegas
en las aguas
de mi mar desolado,
a ti te pido
que mires mi tristeza
y arrepentimiento...
Por ser el sentir de mi alma
transparente y genuino.
Mi dolor a ti clama
en esta noche de íntima unión
entre tu Espíritu y el mío.

Te ruego tolerancia
para mi alma cansada,
que con tenacidad te busca,
porque entre tu ser y el mío
no existe más distancia.
Ante ti me arrodillo,
ante tu faz amada.

Si aún me vieras
alguna falta,
te suplico paciencia,
y que tu paz derrames en mí
desde tu Santa presencia.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

Aquella mujer

 


AQUELLA MUJER


María de Betania
se llamaba
aquella mujer desconocida
que vertió perfume exquisito
en tus cabellos
de miel y trigo.

Jesucristo amado,
aquel aroma fino
impregnó hasta tu alma
porque ella te preparaba
para el oscuro recinto,
que guardaría tu cuerpo amortajado...

"Alto precio se ha perdido",
dijo el discípulo traidor...
-"Este frasco de nardo puro,
debió ser vendido,
y su costo a  los pobres entregado."-

Mas la mujer aquella
para adorarte vino,
porque en su corazón
de adoración henchido,
no había lugar
para los pobres de la tierra,
porque a ella toda
la llenabas tú, mi Cristo.

Y llegó el infausto día
en aquella madrugada
que cambió el humano destino
para siempre.

Hoy muchos te rechazan,
y otros te han echado al olvido...
Solamente seguimos
tus hondas pisadas,
aquellos que tenemos el privilegio
de ser tus escogidos...

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

viernes, 14 de enero de 2022

En el día soñado

 



EN EL DÍA SOÑADO


Cuando yo creo
que ya todo oscurece,
que ya no hay lirios blancos
en mi paisaje,

tú vienes a mí
y me sorprendes;
traes en tus manos
un nido tibio
de pájaros celestes.

Y se abre
como una flor silvestre
tu perdón.

De un capullo ignoto
se encendió la luz
y ofrendó sus pétalos puros
a mi alma oscurecida,
a mi alma atravesada
por el cuchillo del dolor.

Y una gran esperanza
aleteó sus alas de plata
sobre mi balcón.
Y descendieron
aguas aromáticas
para que yo bebiera
de tu paz.

En el día soñado,
yo espero...

Y azules campanas
tañerán desde lejos
anunciando aquellos pasos
húmedos de lluvia,
que se ausentaron.

Y rebosará
de voces y risas
mi ardiente morada.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

Pacto eterno

 


PACTO ETERNO


Adorándote he de morir
en mis letras agonizantes.
Marcaste mi vida
con tu presencia infinita,
y me desgarras el alma
en cada verso ofrendado
a tu hermosura, oh, mi Rey;
en cada danza que me ha brotado
yo te doy mi vida,
mis recuerdos atesorados
de aquel sumo idilio
que nació
entre tu Espíritu y el mío.

Porque te pertenezco
en cada átomo de mi ser,
porque aromaste mi alma
bajo tu suave velo,
confesándome un misterio,
que llevo en mi sangre.
Un pacto eterno.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

jueves, 13 de enero de 2022

El amor es todo




 EL AMOR ES TODO


Y yo, tal como tú, amigo
estoy amando un amor
que desde lejos me abraza,
que retoza con mi alma
entre azules aguas.

Ay, me enamoré de aquel arrullo
que me mecía en silencio
en un lejano amanecer.

Amor que me decía con suavidad:
"Paloma mía,
no te escondas de mis ansias".

Es un amor que no necesita
rincones de oscuridad,
porque le basta la luz
de su magna eternidad.

Estoy enamorada de su melodía,
de los apacibles trigales
que llenan la hondura
de sus manos.

Amor de siglos, que regresa
por senderos de paz
y me ofrece generoso su Palabra,
y comparte con mi alma sosegada
un poco de su pan.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo


Desterrada de tu alma




 DESTERRADA DE TU ALMA


Me siento sola,
en el destierro.
Tú me has desechado.

Me dejaste
en la mitad del camino,
junto a las piedras amargas
con tu huella
impresa en mi alma.

Y voy vagando
sin encontrarte
en esta inhóspita tierra,
infecunda.

¿Quién me diera
a comer
un poco de tu pan?
Mis manos abrirían
nuevas ventanas.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

Yo te busco

 


YO TE BUSCO


Ha llegado la hora.
La más blanca hora
de la tarde.

Mi alma se alimenta
de hojas que cayeron
y lloraron despedidas
de otoño.

Mi alma te busca Señor
en las sencillas cosas
de la tarde.
En esos árboles sosegados,
que descansan
junto al camino;

en ese pan
tibio y crujiente
que guardaste para mí,
y que comí entre lágrimas.

Yo te busco
en mi pobreza,
y mi alma se alimenta
de esperanza;
y de tus manos heridas
que saben traerme flores
llenas como campanas.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

Atrevimiento dichoso

 



ATREVIMIENTO DICHOSO


Aquella tarde inolvidable
caía el aguacero.
Corría el mes de Marzo
y rugía poderoso el trueno.

Lejana tarde de verano,
aún la guardo en mi recuerdo.
Y me atreví de pronto
a cruzar el sendero.

Mi alma iba sedienta
de las celestes aguas
que vertían su misterio
sobre mi faz
y el camino curvo de mi huerto.

Tarde de lluvia
que jamás ha vuelto
con su música
a hablarme en secreto.

Pero salí a empaparme
en sus aguas vespertinas,
y tuve una experiencia hermosa
por la gracia divina.

De pronto avisté un arco iris
muy cerca de mi huerto
y me envolvió el amor de Dios
desde el alto cielo.

Y supe que el Señor me ama
con piedad
e irresistible anhelo.

¡Dichosa mi alma
que se atrevió aquella tarde
a disfrutar del aguacero!

INGRID ZETTERBERG

(En recuerdo de la primera vez
que sentí que el amor de Dios 
es irresistible para mí)

Llámame

 


LLÁMAME


Mi Dios,
vienes 
como un infinito ser
sobre mi vida,
y flotas lejanamente
como una música
olvidada.

Acércate a mí,
que las hiedras
del jardín
han visto enlutada
a mi alma.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Padre celestial

Vuelvo a ti

 


VUELVO A TI


Pájaro de luz,
hoy vienes con frío
a cobijarte
en mi palabra.

Y engendras
el amanecer
en mi alma,
fatigada de anochecer.

Y yo amo esta hora
que nace
de la nada,
que me une
a tu entraña.

Celoso mío,
Espíritu perfecto,
¡Yo siempre
vuelvo a ti!

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

Inmortal

 



INMORTAL


Dime Dios:
¿Soy cierta yo?
¿Es que acaso
la rítmica
respiración
lo es todo
para estar?
¿De tan poco
se alimenta
la vida?

¡Dime quién soy!

Acaso sea
un pedazo
de tu ser
arrojado al viento,
al azar;
y sin saberlo
permanezco
en tu memoria,
inmortal.

¡No me olvides jamás!

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Padre celestial

Quizás los niños



 


QUIZÁS LOS NIÑOS


Cada noche
tú me dices algo
Divino silencioso,
hilvanando
cada hora en tu telar.

Y vienes a mí
con tus sabias manos,
y en dos puntadas
diseñas
la adversidad,

para luego
deshilacharla,
enredando los hilos,
sin decir nada.

Calladamente
despunta el alba.
Y vas bordando
con dorados hilos 
mi felicidad.

¿Quién toca
tus misterios?
Quizás los niños,
sin saberlo.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Padre celestial