PLEGARIA
Mi Dios,
guarda un sitio
para mí
en tu universo feliz.
Que yo regresaré
de todas las batallas
donde siempre vencí.
Tú me esperarás
silencioso,
cuando los relojes
del mundo
se detengan para mí.
Entonces
todas las puertas
se habrán
cerrado,
y habrán acabado
todas las tardes
de un pálido mes
de Abril.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Padre celestial
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