martes, 11 de abril de 2023

La fuente

 


LA FUENTE

Una fuente
en mi visión
cobra vida,

como si naciera
de mi misma.

Hay palomas
adormiladas
al borde de sus aguas
que tu mano agita.

Luego el silencio.

Y es tu voz
que se alza
y recorre mi alma.

Hay paz
en las miradas.

Eternidad
en las aguas
que acaricia
tu mano.

En la blanca fuente
los pececillos
ondean.

Son dorados,
son celestes.

Y tú me hablas
de la vida nueva;

de ver con tus ojos
lo que va 
gestándose.

Sentados
junto a la fuente,
donde viene
a beber
nuestra mutua
soledad,

tú me anuncias
un eterno
amanecer.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo

De mi poemario
"El árbol invencible"

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