SERÉ TUYA
Lavaré mis manos
en el chorro
de tu piedad,
y seré tuya.
Por instinto
o mendicidad
me cercaré
de tu amor;
y aún
en la noche
de mi vida
te llamaré.
Y seré tuya
desde mi médula
a tu silencio,
una y otra vez.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Padre celestial
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