ESCOGIDA SOY
(Jotabem)
Sálvame que ya perezco,
piedad, que sé no merezco.
Aquel que andó sobre el mar
siempre me ha de consolar,
y yo le habré de alabar
en el santísimo altar.
Oveja soy de tu prado,
escogida de mi amado.
Rogándote yo amanezco,
no me olvidaré de orar
por mí sangra tu costado.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo
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