CON EL ALMA
Por este sentir que vivo,
en que tú eres
mi absoluta realidad.
Por la rotunda luz
que absorbió las tinieblas
que mi ser oprimían.
Por el secreto
que me declaras,
de amarme
en tu omnisciente verdad.
Por la existencia
de mis hijos
rondando la mía.
Por esos ojos niños
que reclaman mi paz.
Por el "no me iré"
de su pecho y su latir,
en que mis heridas
descansarán un día.
Por los viejos cimientos
y la calma del hogar.
Por el agua de tu fuente,
y el pan;
a ti me ofrezco
con el alma de rodillas.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Padre celestial
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