viernes, 24 de diciembre de 2021

Tu mirar

  



TU MIRAR



Cansado y anhelante
te acercaste a la fuente
cristalina,
y removiste el agua
con tus manos.

Yo estaba cerca de ti,
y al instante supe
que eras tú,
mi bienamado.
Me miraste luego
y se inflamó mi alma.

Traías escondida
el ansia,
y yo me bebí tu luz
y tu mirada,
y nunca más de mí
supe nada.

INGRID ZETTERBERG

A mi amado Jesús

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