EL VUELO DE LAS FLORES
Nada es como tu amor
mi Dios amado.
Déjame cabalgar hacia ti
entre suaves bosques
de plumas.
¿Para qué mirar
los lirios
y crisantemos del alba?
Si tú me llenarás
de inaccesibles flores
nacidas de tus manos,
y volarán hacia mí
iluminadas,
el día en que me vaya
taciturna
y silenciosa.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Padre celestial
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