EMPEZAR DE NUEVO
¿En qué extraña fracción
de segundo
me dejaste ir?
Fue una milésima de luz
en que miré
hacia la nada,
y ya no estabas tú.
Arrastrar esta herida,
no puedo.
Vivir con ella
en cada tramo del camino,
es un constante flagelo.
Volver y desandar
lo vivido;
y empezar de nuevo,
es mi esperanza
tras las sombras,
es tu dedo
señalando mi destino.
Es la ruta prodigiosa
que me enlaza
a morar contigo,
en lo fugaz,
en lo eterno.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo
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