MI ORACIÓN
Mi oración
como hilo de rocío
que de mi pecho fluyó,
se extendió en el espacio
como un puente de cristal
entre tú y yo,
y se convirtió en canción.
Avanzó entre helechos,
cruzando árboles y brumas
hasta alcanzar
tus entrañas,
tu irresistible amor;
y se tornó en poesía
mi tímida oración.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo
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