ESA ES...
La tumba del jardín
donde reposaron tus heridas,
donde se secaron tus lágrimas,
mi Dios adorado.
Yo he visitado con mi alma
y mi espíritu
esa tumba sencilla
de barro, de arcilla.
Allí no alumbra el sol,
está escondida en tenues sombras;
nadie la visita,
muchos creen que es otro
el sepulcro que guardó
tu cuerpo tan amado;
la que tiene mármol fino,
la que está llena de reliquias;
pero esa no es,
esa la he desechado.
Pues mis ojos se prendieron
de la tumba del jardín,
y algo en mi ser me dijo:
Esa es.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo
De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"
Derechos reservados
De El teenmos mejor el hecho realidad, de la vida eterna que florece cada día entre los que lo aman de corazón.
ResponderBorrarAbrazos.
Así es mi estimada Meulen. Su Espíritu florecerá cada día en todos los que lo amamos. Gracias por visitar mis versos. Un abrazo.
BorrarEn esa tumba oscura brilló una luz inextinguible
ResponderBorrarPaz
Isaac
Es verdad Isaac. ¡Qué linda tu respuesta.! Bendiciones.
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