POR AQUEL MAÑANA
Yo te obedezco
desde hoy.
Me quedo en ti
con este sinsabor.
Yo te venero,
pues tuya soy.
Y alargo mi mano
con temor,
para tocar tus ropas,
luz de sol.
Yo me inclino hoy
a tu voluntad,
y me repliego
en esta soledad.
Mañana
me darás el pan
de la recompensa
y el honor.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi
amado Padre celestial
De mi poemario
"Tu luz y mis versos"
Derechos reservados
Great article and good poem. Have a nice weekend ok
ResponderBorrarThank you very much Vicky.
BorrarTe acompaño y me uno en esta oracion tan preciosa para nuestro Señor Jesucristo.
ResponderBorrarGracias mi estimada amiga Hada por estar presente entre mis versos y dejarme tu grata huella. Un abrazo.
BorrarBoa tarde de domingo. Um bom início de semana com muita paz e saúde. Um excelente mês de março minha querida amiga Ingrid.
ResponderBorrarGracias querido amigo Luiz por asomarte a mis versos y dejarme tan hermosa respuesta que aprecio mucho.
BorrarMuy bello estimada...hacer la voluntad de Dios es una gran hazaña diaria, pero El nos da fortaleza y su amor sin condición.
ResponderBorrarAbrazo.
Es verdad, estimada Meulen, no es fácil hacer siempre su voluntad, pero al menos nos esforzamos y si no es así, el Espíritu Santo nos redarguye. Gracias por estar presente. Un abrazo.
Borrar